ETAPAS DE LA VIDA DE LA MUJER, OVOGÉNESIS Y GALACTOGÉNESIS
Etapas en la vida de la mujer
Al
término de la vida intrauterina sobreviene el nacimiento, con el que comienza
la vida extrauterina, sin que en realidad ello suponga un cambio brusco. Del
nacimiento a la muerte suceden 3 etapas
bien diferenciadas: infancia, madurez y senectud. Entre ellas transcurren dos
períodos de transición, que son la pubertad y el climaterio.
Infancia o niñez
Transcurre desde el nacimiento hasta la edad de 10 a 12 años, y se
caracteriza por el predominio de los procesos de crecimiento. Desde la infancia
temprana hasta la pubertad la actividad del hipotálamo es frenada y reducida al
mínimo, es decir los niveles de las gonadotropinas (FSH y LH), estrógenos y
progesterona están bajísimos. Los genitales externos están pocos desarrollados,
en la niña los labios mayores son poco desarrollados y, entre ellos sobresalen
los labios menores y está situada anteriormente.
Pubertad
Es
la época en que la niña se convierte en mujer. Tiene una duración de 6 a 8 años
y suele transcurrir entre los 10 y 18 años de edad. Durante esta etapa se
reactiva el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, es decir,
los procesos de regulación entre el SNC, el hipotálamo, la adenohipófisis y los
ovarios se establecen para que inicie una adecuada función ovárica y
reproductiva.
Como respuesta a
la función hormonal ovárica surgen las menstruaciones. La primera menstruación
se denomina MENARQUIA
y esta ocurre aproximadamente a los 10 años de edad.
En resumen durante la pubertad ocurre:
1. Maduración de la función gonadal u ovárica (gonadarquía).
2.
Incremento en la secreción de los andrógenos (adrenarquía).
3. Menarquia.
4. Desarrollo de los
caracteres sexuales secundarios.
5. Cambios en la composición corporal
6.
Crecimiento puberal.
Madurez
Es el periodo de la vida en que la
mujer ha alcanzado su desarrollo corporal completo. Ya no hay procesos de
crecimiento. Se prolonga a lo largo de 30 años, existiendo capacidad sexual,
pudiéndose desarrollar las funciones reproductoras. Para ello es necesario que
la función gonadal, expresada en el ciclo sexual femenino se desenvuelva
fisiológicamente.
Se entiende por CICLO GENITAL FEMENINO
aquel conjunto de fenómenos anatómicos, histológicos y funcionales que se
repiten de manera periódica en el organismo de la mujer desde la menarquia a la
menopausia, es decir durante toda la etapa de madurez sexual femenina, reiterándole, por tanto, más de 400 veces a lo largo de la vida.
Climaterio
Es la época que transcurre entre la
madurez y la senectud (entre la vida reproductiva y la no reproductiva). Tiene
una duración variable, de unos 10 a 12 años, entre los 47 y los 58 años de edad
promedio a los 52 años. Es en esta época
cuando cesa la función ovárica y tiene lugar la última menstruación o MENOPAUSIA.
Según el CONSENSO VENEZOLANO DE MENOPAUSIA
(2008), esta es definida como: cese permanente de la menstruación que
ocurre debido a la pérdida de la función ovárica folicular. Su diagnóstico es retrospectivo después de 12
meses consecutivos de amenorrea secundaria. Puede ser natural o inducida (radioterapia,
quimioterapia, cirugía). La edad promedio en Venezuela 48,7 ± 4,6 años
espontáneamente.
Senectud
Es
la etapa del declive orgánico y fisiológico. El cese de la función ovárica
producido en el climaterio, tiene implicaciones importantes en el aparato
genital que sufre proceso de atrofia.
Ovogénesis
El término OVOGÉNESIS U OOGÉNESIS se
refiere a toda la secuencia de fenómenos por los cuales las células germinales
primitivas llamadas oogonias se transforman en OCITOS MADUROS (óvulos). Este
proceso de maduración se inicia antes del nacimiento y termina después que se
llega a la madurez sexual, durante la pubertad.
Durante la vida fetal temprana, las OOGONIAS (son
las células germinales primitivas de la hembra) proliferan por división
mitótica.
Todas las oogonias crecen para formar oocitos
primarios y estos se rodean por una capa de células epiteliales aplanadas,
foliculares y encierran el oocito primario constituyendo el FOLICULO PRIMORDIAL.
Los oocitos primarios inician la primera división
meiótica antes del nacimiento, pero la profase no termina hasta que se inicia la maduración sexual y
los ciclos de reproducción, durante la pubertad. El número total de oocitos
primarios al nacimiento se estima que varía desde 700 000 a 2 000 000. Durante
la infancia la mayoría de los ovocitos se vuelven atrésicos, solo
aproximadamente 400 000 están presentes al comienzo de la pubertad y un poco
menos de 500 llegarán a ser ovulados. Estos permanecen latentes hasta pubertad.
En la pubertad, 5 a 15 folículos primordiales
comienzan a madurar con cada ciclo ovárico. A medida que el oocito primario
crece durante la pubertad, las células epiteliales aplanadas, toman forma
cuboidea y después cilíndrica por lo que constituye el FOLICULO PRIMARIO.
En forma rápida el oocito primario se recubre de un
material glucoproteico amorfo, acelular, que se llama zona pelúcida y las
células cuboides tienen más de una capa y se forma una cavidad semilunar llena
de líquido denominada antro. Por lo tanto reciben el nombre de FOLICULO SECUNDARIO. Poco antes de la
ovulación, el oocito primario termina la primera división meiótica y se
convierte en OOCITO SECUNDARIO, el
cual comienza la segunda división meiótica pero se detiene en metafase.
A
medida que va creciendo el folículo secundario el antro aumenta de volumen y el
oocito secundario es rodeado por células constituyendo el cúmulo oóforo.
Alcanzada la madurez, el folículo, que pueden tener un diámetro de 10 mm o más,
este se llama FOLICULO TERCIARIO O DE GRAAF O FOLICULO MADURO.
GALACTOGÉNESIS
La
galoctogénesis o lactogenésis incluye los mecanismos del desencadenamiento de
la lactancia. Estos suceden en 2 fases: maduración de la actividad secretora y
desbloqueo de la actividad secretora.
La
FASE DE MADURACIÓN es fruto de
intrincada convergencia, durante la gestación, de las acciones hormonales sobre
la mama, e incluye tasas altas de estrógenos, de progesterona, de lactógeno
placentario, de cortisol, de insulina y de los factores de crecimiento
asociados a ella, de hormonas tiroideas y, de forma muy especial la prolactina.
Los
estrógenos estimulan la proliferación de los conductos e inducen la aparición
de receptores de progesterona y de prolactina, pero también son responsables
del aumento progresivo, en la gestación, de la prolactina, ya que provocan la
disminución de la dopamina hipotalámica.
La
prolactina además de estimular el crecimiento y la maduración de los acinos,
promueve la síntesis de la proteína de la leche, de lactosa y el metabolismo
lipídico, pero estos efectos no se expresarán hasta después del parto, ya que
los niveles elevados de progesterona, produce bloqueo de la síntesis de lactosa
y de proteínas.
La
FASE DE SECRECIÓN comienza después
del parto, con la caída de los niveles de progesterona después del
alumbramiento. La progesterona bloquea las acciones de la prolactina, porque
altera la unión de la prolactina a su receptor.
Por
lo tanto, la acción de la prolactina es fundamental en la iniciación
(galactogénesis) y el mantenimiento de la lactancia (galactopoyesis).
Bibliografía.
Cabero L, Tratado de Ginecología y Obstetricia. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Editorial
Panamericana. Segunda edición. Tomo 1. 2012. Madrid España.
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Salder TW. Embriología Médica de Langman con orientación clínica.
Editorial Panamericana. Octava edición. 20001. Madrid España.
Persaud M. Embriología clínica. Editorial McGraw-Hill. Sexta edición.
1999. México.
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